De todos es sabido que la situación actual de la economía en nuestro país se ha convertido en verdadero dolor de cabeza para todo el que tiene la responsabilidad de administrar un presupuesto, por pequeño que éste sea siempre es un reto hacer rendir el dinero.
Los edificios en su gran mayoría se rigen por la Ley de Propiedad Horizontal promulgada ya hace unos cuantos años y cuya última reforma fue en 1983, en uno de sus artículos refiere que derivado de todos los gastos en que se incurran en un condominio, se debe apartar un porcentaje que se fija en asambleas de vecinos y cuyo porcentaje invariablemente al menos en nuestro caso se ha mantenido en 10% de dichos gastos, constituyendo de esta manera un fondo para contingencias y cuyo uso está supeditado a la aprobación mayoritaria de los vecinos.
Lo ideal es que este fondo esté siempre disponible para cualquier eventualidad que se presente y presto a resolverla. Sin embargo, en la práctica no es así entre otros cosas, debido a que el citado fondo depende de la cuenta Condominios por Cobrar que nos es otra cosa que la deuda que mantienen los propietarios que no pagan su condominio a tiempo del cierre del mes. Vale decir, que el fondo de reserva tiene como parte activa de su composición las deudas en cuotas atrasadas. Hubo un tiempo en que nuestra comunidad se auto administraba y el fondo de reserva era depositado en una cuenta de ahorros y siempre estuvo disponible, aunque es justo reconocer que siempre se manejaron pequeñas cantidades porque un 10% de los gastos en aquel entonces no daba para mucho.
En esta etapa desde el 2.013 se dio comienzo a la relación con Administradora CIMO y ésta ha sido fructífera por decir lo menos, hemos seguido con la práctica de mantener un fondo de reserva, el mismo por las razones anteriormente explicadas no hubo necesidad de usarlo entre otras circunstancias porque los montos de las reparaciones excedían a los montos ahorrados y hubo la necesidad de recurrir al proceso de cuotas extras para acometer reparaciones urgentes. Sin embargo, el proceso de reconversión monetaria y la hiperinflación que actualmente sacude a nuestro país a llevado el fondo de reserva a unos niveles ínfimos, montos con los que no podemos adquirir prácticamente nada útil para el condominio (hasta el mes de octubre teníamos un acumulado de 260 BsS) .
Esta es una de las razones que debamos acudir al expediente de la cuota extra en cada ocasión que tenemos urgencias de acometer reparaciones que no están sujetas por su oportunismo a un proceso de planificación, la rotura de un tubo, una válvula de presión defectuosa, una reparación intespectiva de un ascensor o una puerta hay que actuar con celeridad, y los hemos hecho, la comunidad ha respondido excelentemente todas las veces en las que las circunstancias lo han requerido. Asimismo, hay gastos que se pueden planificar, pero que dada ciertas condiciones, éstas a pesar de su planificación han requerido de la citada cuota extra.
Como se puede inferir de lo anteriormente expuesto es impostergable contar con una cierta cantidad de recursos que de alguna manera sean utilizados en momentos precisos de nuestra dinámica. El problema es que le hemos dedicado cierto tiempo a ese debate y el tiempo atenta contra nosotros y ya no admite más demoras razón por la cual debemos tomar decisiones que obedezcan a un consenso en el cual asumamos el compromiso toda vez que tenemos un inmueble cuya vida útil ya anda por los 42 años y cada vez más requerirá de ingentes recursos de los que debido a la situación imperante carecemos.
Es necesario tomar ciertas decisiones que pudieran ser importantes y requerirán de un grado alto de compromiso por parte de todos los integrantes de la comunidad, es necesario instrumentar un mecanismo que de alguna manera sea sólido y disponible en todo momento. Por supuesto que no podemos pensar que dicho fondo, o como lo llamemos sea en moneda local debido que nos sucedería lo mismo que le ocurrió al fondo de reserva, simplemente se nos diluiría en menos tiempo del que demoraríamos en juntarlo.
El Dólar como recurso
Todos sabemos la influencia de las divisas en nuestra economía, el Dólar es el marcador de todos los procesos cotidianos, ya es práctica común pagar los servicios en esa moneda, que hasta hace poco tiempo era marcada como una ilegalidad, pero que una vez derogada dicha prescripción legal, este marcador se ha venido adoptando como una manera de salvaguardar el trabajo y el patrimonio de una creciente cantidad de profesionales y entidades. Y es que el dólar común (paralelo) fluctúa de acuerdo con la demanda. No existiendo una forma exacta de calcular dichos cambios, pero la praxis diaria nos dice que siempre estará en aumento, por lo que tener dólares es sinónimo de mantener nuestras reservas inmunes a la hiperinflación que nos agobia. el siguiente gráfico nos muestra cuál ha sido el comportamiento del dólar a lo largo de este año
Comportamiento del Dólar durante el 2018 |
¿Qué hacer?
- Ausencia de un fondo de reserva que se pudiera usar en cualquier momento para corregir situaciones que surjan en nuestro inmueble que comienza a mostrar signos de deterioro
- El fenómeno de la hiperinflación merma nuestra capacidad de ahorro dado que el Bolívar se deprecia en un porcentaje similar a la apreciación del dólar
- El condominio sólo se debe emitir para sufragar los gastos operacionales del edificio
Una de las maneras de afrontar la situación planteada y que ha sido adoptada con éxito por muchas comunidades es la de crear un fondo que sustituya el fondo de reserva y colocar en su lugar un fondo de contingencia o como se le quiera denominar, pero que constituya una reserva a la mano para cualquier emergencia que se nos presente, la propuesta se basaría en los siguientes postulados.
- Continuaremos pagando nuestra cuota mensual del condominio. En este recibo irán los gastos fijos, los operativos (bolsas, artículos de limpieza, bombillos entre otros) siempre tratando de mantener los mismos niveles de adquisiciones, salvo en el caso de los aumentos por vía ejecutiva.
- Comenzaremos a ahorrar 1 Dólar mensual (o su equivalente para el día en Bolívares).
- Ese dinero semanalmente o con menos frecuencia (va a depender de su movimiento) se cambiará a dólares para ellos se llevará una contabilidad al efecto, porque por compra se pagan comisiones, más la comisión que cobre quién llevará esa responsabilidad que en una primera instancia pudiera ser la administradora CIMO
- Una vez transformado los Bolívares del mes a dólares, estos se guardarán y estarán disponibles para cualquier emergencia que se presente, y pagaríamos de la misma forma ya hoy en día está circulando el $ de la misma manera que los BsS
- Es obvio que a nosotros los propietarios pagaríamos este dinero los primeros días del mes, dada la fluctuación a nadie le gustaría pagar más de acuerdo con el movimiento exponencial de esa moneda.
- son 62 $ que recaudaríamos en un mes Si hubiéramos comenzado en Octubre por ejemplo tendríamos en el fondo BsS 14.920,92 y si tomamos como medida el cierre al día de hoy tendríamos 17.360,00 (esto es nominal porque dichos recursos sólo se cambiarían en caso de necesidad y como ya dije hay muchas empresas donde ya es común pagar en divisas), como ven la variación es evidente y con cada mes nuestra reservas se incrementarían y podríamos contar con un fondo aceptable
Instrumentación de la propuesta
Presentados estos argumentos que están sujetos a la discusión y el debate, pero cualquier negación de la misma sólo sería posible por un mejor plan que estaríamos esperando con la mejor disposición. Está claro que la instrumentación ya es materia de que los vecinos nos constituyamos en mesas de trabajo y le demos vuelta a la mejor manera de implementar la propuesta. A priori se nos ocurren algunas interrogantes que debemos discutir en dichas mesas.
- ¿Cómo se cobraría?
- ¿Junto con el condominio? o ¿por separado?
- ¿Quién administraría dicho fondo?
- Los que no paguen a tiempo cuando lo hagan deberán pagar a la cotización del día... ¿quién llevaría esa contabilidad?
Todas estas preguntas tendremos que responderlas y será materia de la discusión que tendremos en las mesas de trabajo, Como pueden ver es bastante trabajo y las decisiones que se toman nos involucrarán a todos por ello debe privar la sindéresis como la mejor manera de orientar el rumbo hacia cosas mejores que vendrán. Invito a la comunidad a hacer de este tema una discusión orientada en los mejores fines como una forma de ver nuestro futuro y ser optimistas y pensar que estamos tomando la mejor decisión en aras de nuestras familias y nosotros mismos
Excelente análisis.
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